El surrealismo en la poesía de Mario Picado

El surrealismo intenta expresar la actividad del "espíritu" no controlada por la razón. Mediante el mecanismo de los sueños crea mundos donde prevalece lo irracional. Lo irracional como una manera de percibir la realidad diferente a la que conocemos, donde ésta se desfigura y se transforma, a través de la imaginación, la fantasía y los sueños. En este sentido, Picado describe un goce interno, donde ningún agente ajeno a esa atmósfera, sería capaz de sustraerlo de ese estado del alma:


Recuerdo
Tal vez nunca de luz ceñida al labio -soñando palmo a palmo los días y los años-.
Pero tuve su sed desnuda y frágil al límite más amplio del instante y en el alma quedó como un silencio que no ha podido desenterrar el aire. (Picado 1989:26).

 

El surrealismo pretende jugar con el lenguaje como nunca antes, así cuestiona la relación entre el signo lingüístico y el sentido de ese signo. Los discursos parecen perder el referente, las palabras se aglutinan en nuevas formas, la sustantivación, la adjetivación y la verbalización trascienden los límites estructurales y condicionantes del lenguaje escrito. El lenguaje crea otro lenguaje, como cuando los niños atribuyen códigos secretos a las palabras, las cuales se van hilando casi caprichosamente, hasta configurar una constante red de narraciones espontáneas:

 

Abstracto
Azul es la palabra, y ala la voz que suspende lejos... La blanca soledad que el mar regresa en parcela de espumas donde sueña la semilla en aventura de madera.
Un pedregal de quillas, sol descalzo, -ese paisaje de ensenada y luna no crece nunca en arrabal de adobey son paredes por el mar erguidas lo que dibuja el cordel de su bote.
Al contemplar las nubes se amontonan los cuellos de palmeras inclinadas como indecisas entre el mar y el aire que acaso miden del silencio rutas...
Y sal y polvo y ansiedad y pluma, contorno de colores en espuela que se clavan al lomo de los días y galopan despacio por la arena.
De la tarde se encienden los celajes como humo de hoguera en la pavesa y apenas el azul, anzuelo siempre es jade y tinamaste de pez verde. (Picado 1989:51).

 

El surrealismo también rompe con la visión mimética del realismo, agudizando en su escritura la contradicción entre las condiciones del mundo material de la realidad y el mundo conceptual de la escritura. Esta agudización funciona como deconstrucción de la "realidad histórica" hacia el efecto realista del discurso. La escritura propia del surrealismo rechaza cualquier relación con la causalidad histórica y crea un mundo interno desde el cual emite un diálogo con el mundo exterior a través del "yo lírico". A pesar de que el realismo y el modernismo encuentran conexión en cuanto creación de mundos escriturales autosuficientes e independientes de la realidad, el surrealismo parece ir aún más allá. Mientras el modernismo crea mundos con principio y fin, es decir dentro de ambientes exóticos, europeizantes y selváticos, éste pareciera delimitar fronteras que no permiten hacer traslados y saltos de un hábitat a otro. La escritura surrealista aparenta no tener límites, la estructura es acumulativa, las barreras entre lo físico y lo psicológico se mezclan, también lo hacen las barreras espaciales, tierra, cielo y universo, y en ocasiones se producen mezclas indiscriminadas y a la vez, se observa la construcción de nuevas coordenadas y dimensiones hasta ahora inexistentes:

 

Extracto de artículo por : María Gabriela Calderón Arias

Universidad de Costa RicaCosta Rica


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